Mi arte sexual
Ya sea escénico, textual, sonoro, visual o gráfico, mi arte es exclusivamente sexual. Tiene su origen en la fascinación por nuestros cuerpos.
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Ya sea escénico, textual, sonoro, visual o gráfico, mi arte es exclusivamente sexual. Tiene su origen en la fascinación por nuestros cuerpos.
Mi polla se masturba. Apariencia suave o carnalmente agresiva, chocando, el deseo de chupar ondula, ondula. "¡Dime, dibuja un pene! "
¡Oh, mi sexo, pedazo de carne cobriza! ¡Oye, tú! Tócalo. El cuerpo es así. Negarlo es pura estupidez. Te guste o no.
Vi el pene, la hermana pequeña de la paja, y desde la altura de su fuste erecto, me dijo: "¡Come, este es mi sexo! Bebe, este es mi esperma".
Mi pornografía es el espacio gozoso de mi excitación y el retiro voluptuoso de mi quietud. Es el complejo soleado de mis pensamientos.
Mi polla es mi amiga. Es mi privilegio de niño. Amo primitivamente ser lo que soy. Me encanta mi sexo erecto tanto como el flácido.
Denostar la exhibición sexual es negar la realidad del coito, la más banal de nuestras realidades, en favor de un autoengaño, la madre de todas las violencias.
Es cosa de ciertos libertinos el querer escapar de la "zalamería del sexo libre" de la que dicen estar exentos.
Como deseo, podríamos desear tener, de vez en cuando, la capacidad de ponernos en el lugar del otro durante unos minutos.