Hay un sistema. Y dentro de ese sistema, una mezcla de géneros y especies. Ambos son simples collages. Los dientes de uno, el cromosoma de otro; las funciones vitales de unos, el apetito sexual de otros. Nadie sabe de dónde viene ni cuándo terminará. Pero son preguntas comunes. Cada uno de ellos tiene su propio significado. Casi todas las preguntas tienen un significado, significados, que se integran en este sistema y que hacen de él un sistema. La única pregunta que no tiene sentido es : ¿Quién soy yo? También hay frases que tienen un significado muy bajo, pero que suelen flotar en la lengua, como : Te di una cita. Pero no viniste. ¿Por qué no has venido? Con un simple botón de radio puedes escuchar todas estas palabras, estos estertores de agonía, crueldad, alegría; estos gruñidos, canciones, sufrimientos; toda una colección de sonidos. Es una actividad importante entre los seres para girar esa perilla y producir o hacer oír esos sonidos, nunca el silencio. No es el único. También llegan imágenes, pero no sabemos por qué. Recibimos imágenes. Desde que existimos, los recibimos sin pedirlos, sin desearlos realmente. Los sonidos también, pero hemos aprendido a hacerlos por turnos. Pero no las imágenes. Nosotros no los producimos. Nosotros somos la imagen. Nosotros somos los píxeles. Nosotros lo formamos. Sin nosotros, no hay imagen. Pero siempre suena.

Sobre todo, no busques un único significado; odio las obras temáticas.

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