A: Adiós
Sin fuerza. Lo siento.
Un extracto del PuritanosLa jugada de 1998, que tuvo sus momentos de gloria, resumiría lo que me gustaría decir hoy a mi equipo, en otras palabras, si pudiera encontrar la energía.
Por cierto, desde hace meses, si no años, vengo aplazando la puesta en forma y en línea de los archivos de mis antiguos programas, tan importantes para mí. Esta será sin duda mi próxima tarea, una vez que el destino del Parques cumplida y anticuada.Harvey, imaginario psicoanalista-gurú, hablaba por mi boca, con burlona desenvoltura, a la pobre Betty flanqueada por sus compañeros, pero sobre todo, por mediación de su escucha, a los espectadores del Lavoir Moderne que no debían saber hasta qué punto esta arenga, tan melancólica como enfática, iba dirigida a ellos. La música de fondo era La Maritza, cantada como debe ser por Sylvie Vartan, y que basta tener en mente para saber cómo se cantan las palabras en la distancia, sin seguirla, a la sombra de su melodía.
Nos vemos mañana, espero que en mejor forma. Buenas noches. ¡Uf!
A: Adiós
No hagas de tus brazos una armadura
Sígueme
No mires atrás
Sígueme
En el país del amor cruel
El reino de los corazones devastados
Ignorar todos los remordimientos
Olvida el origen de tu vida
Tirar la ropa a la alfombra
Sígueme
Donde vas no hace frío,
Extiende tus brazos y ven a mí
Sígueme
En el país de los corazones rotos
Para que llores allí
Llorando allí, llorando allí
Sin arrepentirme nunca de nada
Que al nacer
No hagas de tus brazos una armadura
No mires atrás
Sígueme
Sígueme
Sígueme
LES PURITAINS © David Noir