Opéra Pastille es una viuda negra musical que ingiere a su público licuando sus órganos tras la escucha.
Christophe Imbs y David Noir componen las dos mandíbulas, dejando que los espectadores se transformen en pares de piernas en cuanto el hilo llegue a su fin.
En definitiva, esta es la historia de una mujer que prefiere pensar en su tumor como un embarazo.
La pastilla está pegada al radiador del apartamento de Esther. Se llama así por el pequeño disco redondo, del tamaño de una moneda, que apareció tras su nacimiento en el lugar de un embrión de brazo atrofiado, que pronto se secó y cayó. A partir de la pequeña mancha redonda que se volvió fibrosa, se desarrolló con los años la garra que hoy le sirve de brazo. Así equipado, se aferra a los hechos y gestos de la vida de Esther, obligada a adoptarla por la fuerza de las circunstancias.
Esther
Pinza de cocodrilo
La mordida de tu mano me aniquila
De éxtasis y tormento
La muerte segura, el abrazo de tu hijo
Nana crustácea de los movimientos de mi cuerpo
Voluptuosidad venosa tu encantadora frente se duerme
Cangrejo revoltoso
Fruta en mis entrañas febriles
Ácido tartárico
Asegura la sujeción de tus dientes
La canción de cuna de los crustáceos influirá en mi destino
Voluptuosidad venosa con la que mi alma se restablece
El niño que muerde | Letra © David Noir Música © Christophe Imbs Todos los derechos reservados
Obra dramática musicalizada
Pequeño trozo de pasta farmacéutica
Pastilla de la Ópera es algo difícil de digerir. El momento y la frecuencia de la toma de la medicación, así como la forma de tomarla, son instrucciones esenciales que hay que seguir.
No tome una dosis doble para compensar la dosis única que olvidó tomar.
Póngase siempre en contacto con la comisión o la institución más cercana para que le asesoren sobre los riesgos y las medidas a tomar.
Tápate los oídos y respira lentamente en la máscara.