Sólo hay que saber que los peces existen
Sólo los peces, y ni siquiera estamos allí para verlos. Que nadie transmita lo que ya sabemos e incluso lo que no sabemos.
A granel y contra todo pronóstico
Por qué hoy,
¿Por qué cuando entro en un teatro quiero salir, incluso para ver a gente que me gustaría ver? ¿Por qué cuando abro un libro al azar, no puedo esperar a cerrarlo de nuevo, a pesar de todas las cosas que contiene que podrían interesarme? ¿Por qué me ahogo en la cultura?
Quiero un cuerpo que me lleve y unas piernas que caminen. No quiero saber quién eres en el fondo si antes tengo que enfrentarme a tu amabilidad superficial.
Soy una suma de bulto que no soporta el ordenamiento estéril del pensamiento. Deje su chicle de Hollywood o sus productos de La Pléiade, me da igual, ya ve y sin embargo no tengo una pistola que sacar para decírselo. No hay bolos, no hay Colombine.
Sólo los peces, y ni siquiera estamos allí para verlos. Que nadie transmita lo que ya sabemos e incluso lo que no sabemos.
Mi odio, sano y sencillo, puro y brillante como el cristal al sol, para los opositores y detractores del matrimonio para todos.
"Inocencia de los musulmanes". Bueno o malo, no importa. En ningún caso una película u obra de arte merece actos de represión.
Estafa; ¡mentira ardiente! El vigor del cuerpo domina toda la sabiduría de los viejos. Lo humano sólo es verdadero a través de la fanfarronería de sus personajes.
El desacato a la bandera se castiga ahora con una multa de 1.500 euros tras un decreto del Ministerio de Justicia publicado en julio de 2010 en el JO.
Aprender a vomitar en el gran abrevadero del mundo, incluido el que rebosa de cultura, es tan vital como desarrollar el amor por la utopía.
El universo puede haber nacido hermafrodita. Las frases y las lenguas son los efectos perversos de la reproducción sexual y del guión social.
Cuando creas en un Espacio Nacional, no te encuentras con el público, te encuentras con el Estado. Ningún artista puede pretender seriamente estar libre de esto.
Los caminos del arte no se pueden trazar siguiendo los pasos de la voraz institución. Menos aún los que sólo serpentean a lo largo de infinitas pausas poéticas
Sola debajo de ti | Como un daño de agua que rezuma de mi techo, el pelo mojado de tu coño repugna en cuentas oblongas en mi frente aplastada.