grotesco
Le Cabaret | La esencia vital del escenario, un gusto inmoderado por la exhibición, un obsceno cara a cara con el público, la inmersión en aguas turbias y deliciosos escupitajos.
Permiso denegado. Su solicitud no puede ser atendida. Ni siquiera una vez. Denegado. Anulemos a los compañeros. No escatimemos esfuerzos de sacrificio.
El tiburón es tuerto, el surfista se defendió. Oh, Dios, es tan molesto tener un hijo tuerto. Ciegos y sordos.
Lo vivo no es un niño que corre o un pájaro que vuela. Esto es la vida, nada más. Lo vivo es lo que mueve la vida.
A veces es doloroso... necesariamente doloroso, los iconos referenciales. Y a veces a pesar de ellos. Todos los dogmas apestan; no todas las personas.
Incluso a solas, puede que no estés en sintonía con tu yo interior. Tenemos demasiado miedo de que sea un delito. Por suerte está la máscara para ayudarnos a serlo.
Hombre-mujer, niño bestial, mujer-niño... la paleta de identidades emerge a través de la animalidad y las mitologías de nuestra especie.
Nuestra seriedad, nuestras aflicciones, nuestros placeres y nuestras risibles desgracias estarán pronto ahí, servidas en bandeja. La taquilla está abierta...
En abril de 2013 en el Générateur, te invito a descubrir este universo, a venir a jugar y a evolucionar sin límite entre ser espectador o actor.
Mi odio, sano y sencillo, puro y brillante como el cristal al sol, para los opositores y detractores del matrimonio para todos.
