Hablar para callar
Callar sería una forma decente de ahogar el pensamiento, que siempre será la expresión dolorosa de una orden que se da a sí mismo la propia burguesía mental.
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Callar sería una forma decente de ahogar el pensamiento, que siempre será la expresión dolorosa de una orden que se da a sí mismo la propia burguesía mental.
Me importa un bledo la vida emocional y social de mis contemporáneos. Por último, si lo permites, ¡degenero en paz!
Como dice Víctor sobre la araña y la ortiga -no el Dr. Frankenstein, sino su amigo el viejo Hugo-, amo el odio porque lo odiamos.
Los artistas, los verdaderos que tendrían algo que decir, odian al mundo y no le dicen nada, ¿verdad? Y es mucho mejor así, ¿no?
Cuando te escandalizas por algo que existe, es porque te has hecho una idea del mundo pero no sabes nada de él.
Intento de evasión social | Aquí no hay lugar para la charla social. Ni siquiera en una buena mañana. Y menos mal.
El teatro, como todas las artes, revela a quien lo practica cuánto vale la vida, empezando por la suya.
No, no existe la "libertad de expresión", al igual que existen límites impuestos a la libertad, se llama ley...
¿Cuánto durará la indignación en su flamante expresión cuando al día siguiente volvamos a obedecer y negar nuestra identidad?
La solidaridad no es la muestra de un pensamiento único. No me harán gritar ningún eslogan que no sea el mío. Ni Charlie esta noche, ni ningún otro día.