Negarse a ceder a las exigencias de los demás
¿Cómo puedes escapar de ti mismo cuando te has conocido a través de ojos extranjeros?
Rechazo vital
Negarse a ceder a las exigencias de los demás disfrazadas de interés común
El rechazo es una fuente inagotable de oxígeno
No satisfacer las exigencias de los demás es el principio de mi bienestar e incluso de mi placer
Para mí, ésta es la gran lección que hay que meditar al final de estas pocas décadas de existencia. Este es el túnel que hay que cavar hacia la libertad. Nada de perdonar la culpa ante la amenaza benévola del otro, camuflada de solicitud.
Cuidar de uno mismo por fin. Realmente de uno mismo. De la belleza de uno mismo hecha a su propia imagen, lejos de los reflejos de los horribles espejos sostenidos por manos terribles y envidiosas. Manos que primero piensan sólo en su propia cara. Idea para ser excavada hasta donde me lleve. Lejos de su gran broma de amistad y amor. Aves gordas rellenas de bilis; pastel de grasa tumbado, servido en su bandeja de grasa, una mano contra el corazón. Envidiosa e idólatra, es la madre del amor que sirve sus pequeños platos. Rechazo.
Idea de mi placer, insoportable para los demás. Insoportable fuera de mi prisión. Negación a salvarme a mí mismo. Rechazo de la libertad. Todo el mundo es mi carcelero.