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"La Toison dort" en el Generator | David Noir interpretado por Valérie Brancq | Foto © Karine Lhémon

Diario de los Parques D-47

La feliz exhibición del pene, flácido o rígido, como condición para la libre expresión de una masculinidad sencilla y plena.

Afortunadamente, desde finales de la primera década de este nuevo siglo, estamos saliendo poco a poco de la vergüenza del pene en la que yo, al igual que muchos de mi generación, me crié.

Se trata de una verdadera negación de sí mismo, transmitida y mantenida, incluso por los propios portadores de este sexo, en favor de un encensamiento perverso -porque en realidad dominante y machista- del de la mujer.

Estoy feliz de haber podido erigirme, junto a Valérie Brancq, a la vista de todos, en mi propio espectáculo y de sentirme libre en el escenario durante este Vellón para dormir que se dio el año pasado en el Generador.

Me gustaría dar las gracias a Karine Lhémon, fotógrafa de todas mis creaciones desde hace 15 años, por haber hecho esta foto, por estar atenta, apasionada y estar ahí en el momento justo, como siempre. Gracias a Valérie Brancq, por mantener su trabajo de actriz y por dejarme empalmar bajo su mano y a su lado.

Esta imagen es un símbolo de la calma, el bienestar y la emoción de ser un niño a mi manera.

Habiendo acumulado unas cuarenta páginas sobre este tema, desarrollaré, cuando tenga más tiempo, todo lo que me es querido sobre lo Masculino y todo lo que también me repugna. Lo Masculino, del que estoy ansioso y creo que ya es hora de que por fin ocupe el lugar que le corresponde: no opresivo sino plenamente florecido; cuidando de lo Femenino sin hacer el sacrificio de una equivocada culpa postcolonial. Esto no serviría a ninguno de estos dos polos de la humanidad, que deben tratar de converger hacia el mismo respeto y atracción mutua, sin mentirse a sí mismos ni a los demás.
En este sentido, el pseudomisterio del "estilo erótico" no hace sino mantener este negacionismo conservador, pretextando la supuesta superioridad estética de una excitación "elegante" que se opondría a la pintura cruda y sin embargo realista de la pornografía.
Todo este discurso vincula el derecho mental (me refiero al sentimiento del derecho que reside en nosotros y que se encuentra en el individuo más allá de sus opiniones políticas) con el miedo a reconocernos en nuestra animalidad visible. De hecho, yo mismo no fui educado ni acostumbrado a esta imagen de mi identidad profunda. Mirarlo a la cara, filmarlo, exponerlo, requiere un esfuerzo que, sin embargo, es tanta libertad conquistada sobre la perversión burguesa de mi formación. También en este caso, si quieres seguirme, es importante comprender que hablo de una burguesía psíquica o mental, cuya sed de valores jerárquicos, solicitada para luchar contra la idea misma de la esencia primitiva del hombre, se encuentra en todos los peldaños de la escala social y no sólo entre los burgueses.

Luchar contra esta pretensión de ser más "chic" a nuestros ojos de lo que la naturaleza nos hizo es, para mí, de interés público. La vanidad, la hipocresía y el infantilismo provienen directamente de este rechazo a ver lo que una cámara bien colocada nos devuelve a la cara. Es una buena solución para aquellos que se enorgullecen de querer tolerar (por no decir aceptar) al otro y a sí mismos en su banalidad natural, para aceptar realmente ver cómo son en la excitación, en el disfrute, en la fantasía.

Personalmente, no me fío de nadie con altas responsabilidades políticas o culturales que se muestre incapaz de hablar con sobriedad de sus masturbaciones o de los detalles de sus relaciones sexuales. ¡Eso es lo que sé!

Insisto en el "sobriamente" que abarca todo el ámbito de la sencillez necesaria para que el tema se salga un poco de su cauce.

El chat forzado travieso o erótico no es mejor que la cuña más convincente.

Ser real, hacer algunas buenas preguntas, crear y el resto del tiempo, mantener la boca cerrada, me parecen buenas opciones para contribuir a hacer este mundo un poco más vivible.

"La Toison dort" en el Generator | David Noir interpretado por Valérie Brancq | Foto © Karine Lhémon
"La Toison dort" en el Generator | David Noir interpretado por Valérie Brancq | Foto © Karine Lhémon

Mi pornografía

Mi prodigioso espacio mental

David Noir

David Noir, intérprete, actor, autor, director, cantante, artista visual, realizador de vídeo, diseñador de sonido, profesor... lleva su desnudez polimorfa y su infancia disfrazada bajo los ojos y oídos de cualquiera que quiera ver y oír.

Esta entrada tiene 3 comentarios

  1. Patrick Speck

    Comparto muy humildemente y "sobriamente" todo lo que describes con tanta precisión. Había asistido (¿2005/ o 6?) a una de las representaciones que hicisteis en Aviñón en el marco del Festival Off, en la que, desafiando toda la moral pseudo "burguesa" o al menos "demasiado bien pensada", os paseabais todos, más o menos desnudos, en un antiteatro de una eficacia teatral espantosa.
    Por supuesto, el día de mañana, cuando se acepte el cuerpo en su totalidad, habrá menos violencia porque todos habrán encontrado su lugar natural, que es inherente a la especie animal/humana....
    Todo lo que pueda escribir aquí no tiene ninguna importancia ya que sólo sería verborrea gratuita.... así que prefiero dejar que tus actos supraconscientes al servicio de los hombres Libres que encarnas con una lucidez extraordinaria........ sigan su camino para que germine aquí y allá, la futura semilla de un Hombre Nuevo....

    1. David Noir

      Muchas gracias por dar este alcance a mis pocas palabras y acciones "supraconscientes". Me siento halagada y orgullosa de recoger tu expresión, pero ya sabes, no dudes en escribir si sientes la necesidad de expresar cosas así saliendo de ti, porque para dar una oportunidad a esta semilla del mañana, no vamos a ser demasiados 😉

  2. Ano

    ¿Hace usted pornografía? No estoy seguro de haberlo hecho bien x)

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